jueves, enero 12, 2006

DE BRONCA EN BRONCA VA

Desde aquellos tiempos en que el Gobierno y el PP llamaban pancarteros, o calificaban de…”perros que ladran por las esquinas”, a cuantos se manifestaban contra el recorte de libertades en España o clamaban en masa por la paz y contra una guerra que pronto se ha demostrado tan injusta e inútil como ilegal, no ha pasado un siglo. Tan solo ha transcurrido poco más de dos años. El tiempo justo para que en algunos la política haya manifestado su faz más perversa e incoherente.
Todos cuantos criticaron las manifestaciones y las pancartas se pusieron a la cabeza de todas y cada una de las que, sin tregua ni periodo de gracia, se le han convocado al nuevo Gobierno de España. Y lo que es peor, en la mayor parte de los casos lo han hecho utilizando dinero público, de los impuestos de todos, para financiarlas o darles publicidad y convocatoria.
El Presidente Camps es uno de los que le han cogido gusto y se traslada a cualquier lugar en que haya un acto de protesta contra el Gobierno Zapatero.
La sequía, que para Camps y su partido, más que un problema, ha sido desde el primer momento agua de mayo electoral, es el argumento más socorrido para manifestarse en Madrid, en Murcia o allá donde se plantee un enfrentamiento o una ocasión para la bronca.
Empezó alimentando el enfrentamiento con otras comunidades y con el Gobierno de España, y ahora encabeza el enfrentamiento entre provincias y comarcas hermanas, sin crisma ni reflexión. Ahora está en todos los lugares en que no debería estar y abandona aquellos que son de su obligación por ser el Presiente de todos los valencianos. Para muestra el silencio que mantuvo en el pleno extraordinario del Agua del mes de agosto.
Si toda esa energía la hubiera puesta su partido en resolver el problema de la falta de agua en los ocho años que gobernó en España y los más de diez que lleva en la Generalitat, en los que no han traído ni una sola gota a estas tierras, el problema estaría resuelto.

La manifestación de Alicante me parece tan legítima como cualquiera de las que se convoquen en libertad, pero el papel del Presidente encabezándola es de una falta de sensibilidad política, que solo se entiende por la huida permanente de la realidad a la que le conduce la tremenda deuda de la Generalitat, la falta de liderazgo que se deriva de la división de su partido, y la falta de voluntad política para resolver los excesivos casos de irregularidades y corrupción que afectan por primera vez a un partido en el gobierno de nuestra Comunidad. Un presidente de Gobierno no puede encabezar una manifestación que, siendo legítima, supone un enfrentamiento entre territorios y ciudadanos de la misma Comunidad que gobierna.
El Presidente tiene otras tareas que atender. Ha de explicar como hemos llegado a tener una caída del Índice de Producción Industrial de 10 puntos, que nos sitúa por debajo de la crisis de 1992 y nos coloca en la cola de España, tan solo por encima de La Rioja. Ha de explicar: porqué ahora rechaza un Plan de Financiación Sanitaria que es mucho mejor que el que aceptó sin rechistar cuando gobernaba Aznar, porqué seguimos sin acabar con los barracones en los colegios mientras se siguen pagando sobrecostes injustificados en las obras públicas y ocultando las cuentas…

Claro que, si todo eso no se puede explicar, si se está en el partido como si no se estuviera , si se tiene un proyecto agotado, lo mejor es huir, ir de manifestación en manifestación y de bronca en bronca hasta el batacazo final, para el que tan poco falta tanto. El problema es cuando Camps se de el batacazo el 2007, la venda habrá que ponérsela a la Comunidad que es la que estará malherida.


Andrés Perelló

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