lunes, noviembre 13, 2006

Los dos tormentos de Camps

(Publicado en Las Provincias 12/11/06)

Si hay dos cosas que perturban al PP, y sacan de sus casillas a Camps, son: la transparencia y el accidente del metro. Si a alguien le quedaba alguna duda, esta semana ha quedado patente.
Pla le preguntó a Camps, en las Cortes, cual era su valoración sobre el expediente abierto, al sindicalista Diego Trigo, por ejercer su libertad de expresión y de opinión, en el simulacro de Comisión de Investigación del accidente del metro. En Presidencia tembló hasta la balaustrada del Saló de Corts. Ya se habían perturbado cuando se supo que a un dechado de tolerancia, de los que dirigen Ferrocarrils, se le había ocurrido ser mas papista que el Papa, derramando toda su chulería sobre la cabeza de Diego Trigo, al abrirle un expediente, por no ser todo lo sumiso que se esperaba en la Comisión Parlamentaria. Pero ahora, ya era demasiado. Nada menos que Camps tenía que dar respuesta de semejante tropelía en la tribuna de las Cortes. ¡Con lo poco que le gusta al Molt Honorable!
Como la cosa no tenía respuesta ni justificación posible, Camps hizo dos cosas: llamar a la Directora de Ferrocarrils, de buena mañana, para que dijera que el expediente estaba sobreseído, porque sólo esa respuesta podía salvarle ante el Pleno, y tocar a rebato a todos los altos cargos, que le deben el puesto, para que vinieran a ocupar las 56 sillas de la tribuna de invitados de las Cortes , en vez de estar ganándose el sueldo que cobran, para impedir que, si venían al Pleno sindicalistas o familiares de las victimas del metro, tuvieran sitio, y evitar que hubiera fotos.
No cabe más miseria política en el que los convocó, ni más caradura y mamoneo juntos en los que tuvisteis el arrojo de venir a semejante papelito, para competir en una tribuna de invitados por ver quien le aplaudía más ostensiblemente al Presidente. Desde abajo resultabais patéticos. El cargo lo tenis sin duda alto, pero la dignidad, queridos y queridas, la tenéis como para hacérosla mirar. No sabía que algunos, de los que estabais ahí arriba, con vuestra calificación profesional y académica, tuvierais necesidad de hacer esos papelones para seguir en el cargo. Si fuera hijo de alguno de vosotros, estaría un par de días sin salir a la calle, avergonzado, después de veros allí en lo alto de las Cortes como esbirros del poder, a la edad que tenéis algunos y con el sueldo que cobráis. ¿No se os cae la cara de vergüenza al venir a las Cortes, en horas de trabajo, para intentar quitarles el sitio a los ciudadanos que pagan vuestro sueldo? Más os valdría venir a dar cuenta de todos los asuntos que escondéis, o haberos quedado un rato más, para conocer la propuesta de transparencia que se discutió a penas os fuisteis; pero eso no os interesa. Y mira que vuestra declaración de renta y de bienes, colgada en la web de la Generalitat, tendría visitas. Insensatos.
Pero eso de ser transparentes no va con vosotros. Le habéis tomado el gusto a la zona oscura, en la que se han cobijado actitudes tan deplorables como las del Presidente de la Diputación del Castellón, el Alcalde de Orihuela, el de Torrevieja, o el de Alicante, o los asuntos del Ivex, o de Ciegsa y otros tantos. Por eso todo el PP vota que no a que se conozca públicamente el patrimonio y los bienes del todos los altos cargos de la Generalitat, como hizo en el Pleno del jueves. Por eso Camps ordena abrir y cerrar expedientes, o perseguir fiscales a su antojo. Porque le aterra la responsabilidad política del accidente del metro, y no se aliviará hasta que no la asuma. Porque le produce sarpullidos la transparencia, y sobre todo, porque el PP está para regenerarse en la oposición. No hay otro remedio.
Andrés Perelló