lunes, junio 05, 2006

MOVIMIENTO DE MARACAS

(Publicado en Las Provincias 04/06/06)

Me comentaban hace unos días que Camps remodela sus gobiernos como quien agita unas maracas. Dé los golpes que dé, y las agite como las agite, ninguno de los componentes que hacen el ruido sale de la maraca, tan sólo cambia de lugar en el interior. Qué otra cosa podemos decir de la reubicación, que no remodelación de Consell.

Hablar de nuevo impulso porque viejas caras estrenen conselleria, es como creer que estrenas coche porque a un 600 le cambies las ruedas de sitio. Porque ni siquiera se las ha puesto nuevas a este 600 cansino que es el actual Consell, tan solo las ha recolocado.

Razones o, más bien elucubraciones, ha habido muchas, la mayoría inconsistentes. Porque ninguna de ellas, ni las dadas por Camps, ni las comentadas por algunos periódicos, son las reales. Las auténticas razones están más cerca del edificio de Presidencia que de cualquiera de los otros, y ni las ha dado ni las va a explicitar Camps, porque de hacerlo se vería que esta llamada remodelación del Consell, ni obedece a algo relacionado con la autonomía personal del presidente, ni con la autonomía política, ni con la Autonomía Estatutaria. Le viene casi impuesto.

Quien ha portado la voz va a hacer ahora urbanismo cardíaco, como si el que ya teníamos no fuera de infarto. González Pons habla de urbanismo con corazón. Quien ha hecho un urbanismo por espasmos y de infarto. Y quien se tomó con filosofía y tranquilidad las listas de espera hospitalarias, se va a encargar ahora de portar la voz, no sabemos si también la palabra, que tanto escasea en este Consell, quitándole subidas de tono, desafines y algún que otro gallito. ¡Arrea impulso! ¿Y, ya está? A veces creo que el hastío y la incapacidad de algunos gobernantes, a las pruebas me remito, hacen que la política tenga razones con las que la razón nunca se casaría.

El otro elemento relevante de la semana ha sido la solicitud de personación, del grupo parlamentario socialista, en la causa judicial que se sigue por la trama de las facturas falsas en el parque de Terra Mítica. La pasividad de la Generalitat era ya insostenible. Miles de millones de pesetas desaparecidos o injustificados, una causa abierta, el presidente mirando al infinito y el PP diciendo que el que pida que se aclaren las cuentas está contra el parque y contra la Comunitat, y si se tercia hasta contra el Niño Jesús de Praga.

En la oposición quisiera ver yo a estos patriotas que les sale la defensa de lo patrio sólo cuando les piden claridad en las cuentas. Con tal de no enseñarlas se quemarían a lo bonzo emitiéndolo en directo por Canal 9 mientras pasa el subtítulo diciendo: “Incendio provocado por Zapatero y los suyos al pedir indebidamente que le enseñen las cuentas públicas. Esto puede pasarles por votar al PSOE”.

Capaces son, después de ver el debate sobre la inseguridad ciudadana de esta semana y los rótulos que el canalla de turno pasó, ya no me extraña nada. No han aprendido que a medida que aumenta la manipulación se evidencia más el pánico electoral que están acumulando.

Hagan lo que hagan y cuenten lo que cuenten, la sociedad actual es cada vez menos dogmática y quienes creen que el voto a un partido es eterno y supone un salvoconducto para hacer lo que a cada cual le rote, está gravemente equivocado. Conocer las cuentas públicas le gusta a todo el mundo, ofrecerlas con transparencia es una obligación democrática. No hacerlo es simplemente una indecencia que se paga caro. El que esconde, de algo huye, y si no que lo enseñe.

En Terra Mítica nos hemos personado porque queremos saber, para que todos puedan saber, todos los que, voten lo que voten, se consideran parte de una mayoría de decencia. Aunque, por lo que se ve, los hay que no están por esa labor. Pero agitan las maracas.