viernes, abril 28, 2006

Llorando voy

(Publicado en Las Provincias 30/04/06)
Si algún día hubiera que adosar una placa en el Palau de la Generalitat, referida al comportamiento de Camps, análoga a la que luce en la Alhambra con las palabras dirigidas a Boabdil por su madre con motivo de la pérdida de Granada, debería decir: “Llora, llora como impúber lo que no supiste defender, como Presidente, cuando tocaba”. No es para menos. Un Presidente de Comunidad Autónoma debe reivindicar siempre lo que considera que es justo, gobierne en España quien gobierne. Y en eso hemos de apoyarle todos, sobre todo si su crédito político y personal, y la coherencia le acompañan. Pero, claro, cuando, se ha sido alto cargo gobernando tu partido en España, Delegado del Gobierno del PP; cuando se ha estado presidiendo la Generalitat, gobernando Aznar , y no sólo no se ha reivindicado, sino que: se han consentido perdones de deuda, retrasos en el AVE, la primera fecha fue 2002, luego 2007 y 2010, y falsas promesas de obras faraónicas, como el Trasvase del Ebro, se está poco o nada calificado para sentarse a desayunar en Madrid, delante de la prensa valenciana, fletada a tal efecto con los pasajes del cupo del convenio de Air Nostrum, y emprender una llantina de las que hacen época, para acabar culpando de todos los males de la Comunidad que gobiernas, no a quien ha gobernado España durante ocho años, no, sino a quien tan sólo la gobierna dos. Es de auténtica pena. Y pensar que nuestro Presidente cree que con eso engaña, o que puede obtener incentivos electorales, aún da más pena.
Si el PP de esta Comunidad no le hubieran perdonado a Aznar 36.000 millones de las antiguas pesetas de deuda histórica, ahora no los echaríamos en falta y tendríamos un poco menos de deuda asfixiándonos. Si, queriendo tanto a Valencia como la quería Aznar, veraneos cerca de Fabra incluidos, hubiera decidido que el primer AVE se hubiera construido aquí, en vez de hacia Valladolid, ahora no tendríamos que reivindicarlo, y si hubiera mantenido durante ocho años un nivel de inversiones parecido al que recogen los Presupuestos del Estado de los dos últimos años, no habría hecho falta montar la guerra del agua, ni pagar manifestaciones y paellas, con dinero público. Y, por supuesto, Camps tendría unas importantes economías en kleenex, porque no tendría que ir llorando por allá por donde pasa. Pero como el PP sólo invirtió en el AVE de esta Comunidad el 1,4%, y mientras construía el de Valladolid y el de Barcelona por Zaragoza, aquí sólo puso una traviesa en Picassent. Como no se planteo algo realista, como el programa AGUA, para acabar antes con la sequía, por tanto no invirtió los 320 millones de Euros que se acaban de destinar para desaladoras en Alicante, ahora tenemos la situación que tenemos. Y nuestro Presidente piensa resolverla como cuando a un niño le pilla su madre haciendo una tratada: llorando y echándole la culpa a otro. A eso no se va a Madrid, querido Presidente. Lo que hay que hacer es asumir la realidad y las responsabilidades, algo a lo que no acostumbra, y tener un poco de cuidado en como se usa la demagogia política, no nos valla a pasar con los lloros por lo no hecho cuando tocaba, como nos está pasando con la seguridad ciudadana, que a fuerza de querer afear al Gobierno de Zapatero, el PP y Canal 9 están dando la imagen de que esta Comunidad es poco menos que la Sicilia mafiosa, y que aquí vamos todos a tiros porque no hay seguridad.¡ Así van a venir muchos turistas! Cerebros del marketing electoral. Que ni medís las consecuencias de vuestras huidas de responsabilidad, ni las de vuestra propaganda, con tal de sostener el poder, y así nos va. La Comunidad retrocediendo por incompetencia del Consell y mientras Camps, llorando voy, llorando vengo.
Andrés Perelló

Siguen engañando y siendo oscuros

El día 27 de septiembre de 2005 en el Pleno de las Cortes Valencianas que debatía sobre la Politica General en nuestra Comunidad, el Conseller de Hacienda, Gerardo Camps, se comprometió y así consta en el diario de sesiones, y lo pudieron ver ayer en el dvd de la sesión, todos los periodistas que acudieron a la cita, se comprometió, digo, a entregar toda la información relativa a los gastos realizados con tarjetas visa por los altos cargos de la Generalitat que disponen de ella. "Pidámelo por conducto relgamentario y no tendré inconveniente en mostrarselo todo y de todos", así lo dijo el Conseller, quedando como un rey ante toda la prensa velenciana y como un adalid de la transparencia.
Pues siete meses después, y por escrito, dice que de eso nada, y que todo está visado por la Sindicatura de Cuentas.
No hacen falta muchas conjeturas; engañó a las Cortes en nombre del Consell, enganó a los valencianos y siguen ocultando en qué se gastan el dinero de todos. ¡Como para estar en silencio y modosos como parece que me piden algunos!.
Vosotros mismos.

martes, abril 25, 2006

MURIENDO Y APRENDIENDO

(Publicado en Las Provincias 23/04/06)
Primero fuimos noticia por la negativa de Camps a establecer cualquier relación de vecindad con las Comunidades vecinas que no fueran de su partido, luego lo fuimos por la exagerada sobreactuación que tuvo a la hora de escenificar su enfrentamiento con el Gobierno de España. De pronto descubrieron que el signo del gobierno había cambiado y ya no estaban dispuestos a seguir perdonando miles de millones de deuda histórica, inversiones y otras bagatelas, tal y como hizo el PP durante ocho años con Aznar. Luego vino lo del Eje de la Prosperidad, que duró lo mismo que la promesa de construir una Ciudad de la Euforia, que hizo Camps en campaña. ¡Mas euforia no, por favor! Un poco de crisma y menos enfrentamientos gratuitos de niños malcriados y nuevos ricos, es lo que necesitamos.

La última fue el numerito de González Pons, provocando un enfrentamiento con el Gobierno a cuenta de la visita del Papa. Y ahora, somos noticia porque se han puesto de acuerdo con el Gobierno de España para la organización de la citada visita ¡Acabáramos! Y también, porque han llegado a un acuerdo con la Generalitat de Cataluña para desarrollar y reivindicar infraestructuras comunes ¡Casi res! Muriendo y aprendiendo.

Es que estaba viendo al Conseller de Infraestructuras por su televisión y no me lo podía creer. Después de llevar Pla tres años proponiendo la eurorregión, después de negarla Camps otras tantas veces. Después de perder el tiempo y el dinero viajando a Murcia, con cuyo gobierno compartimos aficiones depredadoras del territorio. Después de mentar a Carod Rovira hasta en el mingitorio, cada vez que les hemos propuesto acuerdos desde Andalucía a Cataluña para establecer un auténtico eje mediterráneo, corredor incluido, ahora, cuando los grupos económicos más relevantes aconsejan al Gobierno de la Nación que ese eje hasta Francia se haga vía Zaragoza, van y reaccionan. Ahora, que están con una pata fuera y otra dentro del Consell, justo cuando les queda un año para ceder las riendas del poder. Si no fuera porque es lamentable el tiempo que hemos perdido, y eso en política no se recupera nunca, sería para mondarse de risa. Pero a mí, como valenciano, me da pena, aunque me alegro de que el Conseller García Antón haya ido y vuelto de Cataluña sin que nadie le invadiera, ni le mordiera. Todo pasa.

El resto de la semana ha sido fructífero. La oposición, otra maldita, ha presentado en una sola semana, tres Propuestas de Ley derivadas de acuerdos previos o de desarrollo estatutario. La que establece la Renta Básica, para quienes por distintas razones se ven excluidos del sistema, nos sitúa en los niveles de solidaridad que se le deben exigir a una Comunidad integrada en un Estado Social y de Derecho avanzado. Es conveniente que se apruebe cuanto antes. Acabar con el derroche y los lujos innecesarios y establecer la solidaridad como una política básica del Consell es más que necesario.

La que plantea crear el Consejo del Audiovisual de la Comunidad Valenciana, ha de servir para tener un organismo que vele por la pluralidad, la veracidad y la democracia informativas, algo que en Canal 9 hace tanta falta como el aire que respiramos. Ese monopolio de la imagen y la información en que la ha convertido el PP, reviste un nivel de indecencia insoportable para cualquier demócrata que esté convencido de serlo. Y la que ha de regular la publicidad institucional, ha de servir para acabar con el despilfarro de dinero público, dedicado al autobombo y al engorde de bolsillos de amigachos del poder, o destinado a pagar campañas electorales del partido en el Consell. Si se aprueban con el voto del PP el Estatuto nuevo servirá de algo, si no, se demostrará que ese nuevo Estatuto es incompatible con un PP en la Generalitat. Estaremos atentos.

lunes, abril 17, 2006

¡FELICITAOS Y DANZAD MALDITOS!

(Este artículo se publicó en LEVANTE el día 13 de marzo de 2003. Algunos habeis pedido que lo colgara a raíz de un comentario que sobre el mismo se ha hecho en un programa de televisión. Bien, pues aquí está. Leido ahora sí parece que tuviera una maldición en el final, tal y como señaló el conductor del programa en cuestión. Estaba tan indignado cuando lo escribí, que no era para menos, sobre todo si teneis en cuenta que lo escribí a altas horas de la madrugada, ante el insomnio que me produjo aquella visión de risas y abrazos de los diputados del PP por ganar la votación respaldando la posición de Aznar y su gobierno de apoyar la guerra de Irak. Por desgracia el tiempo nos ha dado la razón a los que nos oponíamos. Lo demás ya lo sabeis...)


Si alguna vez me he sentido humanamente mal en la vida, esa vez ha sido cuando, tras la votación secreta sobre el apoyo a la invasión de Irak, pude ver a los 183 diputados del Partido Popular, humanos como yo, darse la mano y abrazarse de felicidad por haber logrado la proeza de mantener la unidad y la disciplina de partido en el apoyo a la guerra, a la muerte de inocentes de toda condición, de un Pueblo que si de algo sabe es de sufrimiento y necesidad.
Os maldije como diputados aquella tarde y sigo haciéndolo. Os maldigo porque habéis cambiado al Papa por Bush, al Arzobispo por Federico Trillo y al Vaticano por la Casa Blanca, y seguís yendo a misa de doce los domingos con vuestras mejores galas y en compañía de vuestros hijos y vuestras legitimas mujeres; las que no llevan un anillo con una fecha por dentro no van a eso con vosotros, tampoco alguna de las que en vez de anillo luce peineta, que gustos hay para todo. Seguís dándoos golpes de pecho hasta conseguir que os salga una joroba de cinismo y seguís metiendo las yemas de los dedos en las pilas del agua bendita donde habría que poner disolvente concentrado, para que no manchéis esa agua y para que os ayude a quitaros el chapapote de vuestra gestión. Aunque eso no será suficiente para quitaros la mancha negra del alma ni el olor a petróleo y a sangre del aliento. Seguiréis dándoos la paz cuando lo indique el sacerdote con la misma mano con que votasteis por la guerra y con la que os felicitasteis por ello. Antes de que acabe la misa mirad a vuestros hijos siquiera de reojo, y pensar lo que debe sentir contra vosotros un padre que a esa misma hora esté orando con su hijo en una mezquita de Irak y le esté mirando a la cara. Y si podéis, y encontráis un cura que os atienda, confesaros antes de ir a comer en familia a un buen restaurante de domingo. Mientras os sirven el aperitivo, explicar a vuestros hijos la diferencia entre un creyente y un meapilas; baste con que les digáis que los creyentes estaban detrás de las pancartas contra la guerra con los arzobispos al frente. Y en los postres, explicarle a vuestros hijos que si ve a un niño irakí logre convencerle de que su papá es un demócrata, de los que quieren llevar la democracia a Irak matando de hambre al Pueblo y bombardeándolo después. Que intente convencerle, después de presentarle a Bush y a Aznar como hombres demócratas y cristianos, de que un demócrata no es un señor que utiliza el poder que tiene para lanzar bombas y robar la riqueza natural de un Pueblo. Esperar que vuestro hijo consiga convencerlo es tan improbable como esperar que vosotros recuperéis el oremus perdido tras una borrachera de poder absoluto. Si os queda un mínimo de conciencia decirle a vuestros hijos que pidan a los niños irakíes que os perdonen y recen a Alá por vosotros, vuestro Dios no debe quereros ya. Ellos lo harán. He conocido cientos de niños irakíes y cientos de madres que han perdido a sus hijos en la guerra o en las enfermedades y el hambre de la posguerra y el embargo, y a pesar de eso en su mirada no hay odio; hay una petición de misericordia que es demasiado sublime para vosotros, envilecidos por el poder, por los negocios de vuestros jefes y poseídos por vuestras posesiones, en las que no hallaréis nunca la felicidad por muchas que acumuléis, porque una buena parte de la felicidad descansa sobre la conciencia, y esa la tenéis narcotizada, lo habéis demostrado. Yo os maldigo y no os perdono pero no os deseo nada malo. Que cada uno de vosotros cumpla, de la mejor manera, el tramo de vida que la naturaleza le tiene reservada. Pero si hay guerra con vuestro apoyo, que mientras viváis aparezca tres veces cada noche en vuestros sueños, siquiera durante unos segundos, la imagen blanca de las mortajas de los niños irakíes muertos con vuestro voto.
Los que no mueran desintegrados como los más de cuatrocientos del refugio de Al Amayria, serán enterrados con el cuerpo lavado y envueltos en una mortaja de tela blanca de inocencia. A vosotros no hace falta que os laven al morir, os acompañará la mancha negra de la guerra que un día os hizo abrazaros y danzad de alegría en el Congreso de los Diputados sin pensar que vuestra mayoría legal no solo no representaba en ese momento a la sociedad, sino que todos los diputados que tenéis enfrente suman más votos que vosotros.
¡Que las urnas os sean igual de inmisericordes! Es lo mínimo que os puede pasar después de lo que habéis hecho.

Ayer Aznar, hoy Berlusconi, mañana…

(Publicado en Las Provincias 16/4/06)
Desde hoy nos queda tan sólo una Semana Santa para decidir qué hacemos con el futuro de nuestra Comunidad. La que celebraremos antes del último domingo de mayo de 2007, en que ante las urnas hemos de decidir si seguimos por la senda del dispendio, el perdón de los corruptos y la mentira eterna o si, por el contrario, nos cambiamos a la avenida de la transparencia, las cuentas claras, el gasto justo, donde las personas sustituyen en prioridad e importancia a las obras faraónicas, y donde la política social sustituye a la fantasía. No es demasiado tiempo para tan ambiciosa aspiración, pero es posible.
En la vida es tarde o temprano según para qué. Por ejemplo, aunque en estos días de recogimiento y pasión algunos hubieran salido de rodillas detrás de algún paso, ya sería tarde, para que hubieran purgado las responsabilidades que les afligen, por haber permitido que nuestra Comunidad haya sucumbido ante el derroche y el descontrol haciendo imposible controlar el gasto y a los malgastadores, y permitiendo que existan acusados, implicados e imputados por corrupción. Permítanme que no vuelva a citarlos, ustedes ya se los saben, y aunque sé que a muchos de nuestros lectores no les gusta que lo repita, también sé que aún les gusta menos que esto suceda. No se curan las enfermedades ocultándolas, se curan con tratamiento o cirugía reparadora. No hay más remedio, aunque a veces duela.
Pero aquí se están practicando excesivas cirugías estéticas en vez de sanear la causa que carcome nuestra economía, nuestra solvencia y nuestro futuro. Se trata de aparentar, de estar guapos y presentables a primera vista aunque no podamos ni sepamos como pagarlo, y mientras nuestro organismo dando muestras de un agotamiento que no se cura con estética: nuestra industria tradicional le pide ayuda al Rey cuando nos visita, pero Camps niega la crisis, nuestra sanidad no agota las listas de espera, pero Rambla quiere convencernos de lo contrario, nuestro urbanismo vuelve a la picota europea, mientras el Consell busca un enemigo al que culpar de ello, la corrupción nos invade, pero Camps la niega y espera a que la justicia resuelva lo que corresponde prevenir a la política… Tan sólo por citar algunas causas del diagnóstico, a la que se puede añadir la última, la reciente Feria del Turismo, escaparate de la división interna del PP, donde los alcaldes de municipios turísticos acuden, o no, según a la familia política a la que pertenecen, sin importar los resultados. Mientras, Camps y su Consellera fían toda la política turística a los grandes eventos. Hasta la visita del Papa se calcula en términos económicos y turísticos, llegándose a anunciar los millones de euros que la fe dejará en Valencia. ¡Si Cristo regresara, a cuantos mercaderes echaría del templo!
La pregunta, si el turismo es sólo eso, es cuántos grandes eventos hemos de tener y a qué precio, para tener siempre los hoteles llenos y el sector servicios activo. Pero no la formulen, si se les ocurre pedir cuentas de cuánto nos puede costar la Formula 1, o preguntar por las cuentas del Circuito de Cheste, u opinar sobre los 90 millones de euros que cuesta a los valencianos el canon de la Copa del América, a pagar a la empresa organizadora, no tendrán respuesta, serán acusados de antivalencianos y pregonados en Canal 9 hasta ser conducido a las tinieblas exteriores. Así las gastan.
De tanta lujuria vivida nos quedan ahora muchos viernes de dolor por la calle de la amargura. A menos, claro, que cambiemos los cofrades y el itinerario de la procesión por el que va la política valenciana.
Se pudo cambiar en España, primero fue Aznar, se ha podido cambiar en Italia, ahora Berlusconi, por qué no vamos a poder cambiar en nuestra Comunidad obsequiando a Camps con un merecido relevo. Ya falta menos.
Andrés Perelló

miércoles, abril 12, 2006

YO PECADOR, ME CONFIESO AL BLOG

Siempre me ha soprendido esa especie de obsesión de la Alta Jerarquía de la Iglesia Católica por escrutar permanentemente las arrugas que puedan hacer en sus camas sea solos o en compañía, tanto sus feligreses, como los que no los son, que aún es más paradojico. Esa afición por maldecir como pecaminoso todo lo que pueda provocar placer, mientras se hace la vista gorda a lo que pueda generar desigualdades, explotación humana, o incluso corrupción, me ha provocado siempre desazón y preocupación. Sobre todo porque ese tipo de pensamiento, convertido en actividad, ha perturbado la paz mental de muchas personas a lo largo de la Historia y ha alterado su psiquis en ocasiones de manera irremediable.
Parece mentira que a medida que avanza el Siglo XXI haya diferencias tan abismales entre quienes hacen de su fe entrega al prójimo, llegando a comprender la naturaleza humana, y luchando contra las injsuticias en todo el Mundo, y quienes les dirigen desde altas instancias jerárquicas.
Que de nuevo vuelvan a la carga contra las expresiones de la naturaleza sexual de las personas, calificándolas de pecado y atrincherándose frente a la ciencia una vez más, desengaña a cualquiera que desde la copmprensión de cualquier fenómeno, quiera comprender a la Iglesia Católica y a sus máximos representantes. Y no me refiero a lo que afirman de la pornografía, que no es más que una pretexto para volver a hablar de masturbación y homosexualidad, me refiero a esto último. Porque me parece a todas luces inmisericorde volver a calificar de viciosos y desviados a los homosexuales, cuyos derechos, en uso y aplicación de la razón, reconocen las leyes civiles, y de pecaminosos y degenerados a quienes, en uso de su libre albedrío, se administran el placer corporal de manera autónoma como consideran y sin hacer por ello daño a nadie. Si Blair, Bush y Aznar, se hubieran masturbado en vez de ir a las Azores a exhibir su ansia de guerra,algunos aún estarían vivos. Y si los corruptos de esta Comunidad y de toda España hubieran cambiado cada acto corrupto por un alivio manual, habrían disfrutado ellos y no habrían esquilmado el presupuesto público. El problema es que quienes así obran, que no tienen empacho en asisitir a misa si se tercia, ya no disfrutan ni masturbándose, por eso han de hacer la guerra o robar a mansalva. Es lo que sucede cuando se quiere sustituir el deseo, por considerlo pecaminoso, por otros elementos más crematisticos.
En cualquier caso, yo no pienso renunciar ni al deseo, ni al placer. Y si por eso soy pecador, teneis que saber que soy un pecador, y como la jerquía eclesíastica no me merece toda la confianza para hacerlo, me confieso ante este blog y ante vosotros, y os invito a confesaros, si realmente vuestros pecados están incluidos en el listado recientemente difundido por quienes se obsesionan en estar permanentemente entre nuestras sábanas, si no de obra si de pensamiennto y palabra.

lunes, abril 10, 2006

HACIENDO AMIGOS

(Publicado en Las Provincias 9/04/06)

No pasa semana en la que no tengamos un enemigo nuevo o una llamada al orden. Luego queremos ser: “ni más, ni menos que nadie”, pero para eso hace falta un Consell que acompañe, que no esté siempre enfadado, que no entienda las críticas como ataques, que atienda la legalidad, que no se atrinchere ante los vecinos, la oposición, la Unión Europea… y frente a quien opine distinto. Necesitamos justo lo que no tenemos. Hemos de encontrarlo acertando al cambiar cuando llegue el momento.
Esta semana la Unión Europea ha vuelto a objetar el urbanismo valenciano. Y una vez más se ha intentado decir que la Ley la hicieron los socialistas. ¡Cuándo! Si la acaba de aprobar el PP a final de 2005, sin hacer caso de las advertencias de Europa ni estimar una sola enmienda de la oposición. Si es que la soberbia les pierde. Creen que el poder es para toda la vida. Están convencidos, encuesta en mano, de que hagan lo que hagan, los ciudadanos volverán a darles su apoyo. Sí, así es, lo repiten cada día, y muestran las encuestas ufanos diciendo: ¿Lo veis? Ni con corrupción, ni con despilfarro, ni con división, baja nuestro apoyo electoral. Desde luego, si es así, que yo creo que no, que Santa Lucía nos conserve a los valencianos cualquiera de los otros sentidos; en la vista no vale la pena que se gaste.
Reciben un nuevo varapalo, consiguen que la Comunidad vuelva a ir en lenguas por toda Europa, y dicen que la culpa es de Zapatero; ¡Y que no me entere yo que es de otro! Pero hombre, si la llamada transposición de las directiva europea de 1993, a la que se alude, se llevó a la Ley de Contratos del Estado en 1995, y en esa fecha ya gobernaba el PP en nuestra Comunidad, y en 1996 lo hacía ya en España. ¿Quién tenía que hacer el reglamento de la LRAU (la llamada ley socialista de urbanismo) e incorporar la directiva europea sino el PP? Diez años aplicando una Ley, que dicen que no les gustaba, y no tienen un rato para hacer el reglamento o para cambiarla, como hicieron con todo lo que no se ajustaba a sus modos de ver la política y las leyes. Menos pretextos. Si vamos en lenguas por Europa es responsabilidad exclusiva del Consell y de quien lo preside, que ya saben quien es. Por ir de “sobraos”, por no hacer caso a nadie, y por haber batido el record de tener más enemigos que nadie haya tenido jamás en esta Comunidad. Todo un mérito. Y mientras, Camps en Miami con Jeb Bush y con el Puma. Casi res.
Y por si fuera poco, llegó Esteban G. Pons y mandó parar. Parar la reunión de coordinación institucional, obligada ante la visita del Papa a un Estado, sea a la Comunidad que sea. Primero elucubran diciendo que Zapatero vendría a ver al Papa porque detesta a Valencia, ahora que viene, ponen obstáculos, y algo de soberbia, como si la visita de un Jefe de Estado, como lo es el Papa, pudiera darse sin la intervención del Gobierno de la Nación. Carod Rovira al lado de estos es un aprendiz de independentista. Intentan demostrar que es una visita particular que nada importa al Gobierno de España. Como si el Papa viniera a tomar café en un velador con cuatro más, en vez de con un millón, y no estuviera aquí también el Jefe del Estado Español, cuya seguridad, la de ambos, corresponde al Gobierno, por competencia y porque aquí no tenemos un cuerpo de policía autonómica, ni cuenta llevamos de tenerlo, por más que fardemos de Estatuto nuevo. Hacer amigos a puntapiés parece la afición de Camps. A ver si Cotino lo arregla.
Faltan 89 días para que venga el Papa y 412 para otra cosa.

lunes, abril 03, 2006

CORRUPCION TOLERADA

(Publicado en Las Provincias 01/04/06)

La corrupción sonó con arrebatador estruendo durante la semana pasada en Orihuela, nuestra Marbella del Sur, y ha seguido sonando esta semana. El problema, como decía Pla el pasado jueves ante el Pleno de las Cortes Valencianas, es tanto el ruido de la corrupción, como el ensordecedor silencio con que el Presidente del PP, y de la Generalitat, Camps, responde ante esta degradante situación. Ni hay respuesta, ni petición de responsabilidades, ni suspensión cautelar de militancia a los imputados. Hay permisividad, defensa numantina y contraataque alocado y desaforado, que descalifica a quienes lo hacen y desacredita a los medios que, unos por afición ideológica, otros por afición económica y algunos hasta por vicio, le dan pábulo.

El papelón del conseller González Pons, arremetiendo contra el Fiscal Jefe por haberse casado hace años con una joven, no sabemos si socialista en aquel momento; sí sabemos que él no era fiscal, es el acto político más cobarde, y de más baja catadura ética y política, que se ha podido contemplar es esta Comunidad desde el advenimiento de la nueva democracia. La triste tarea de quien se pasó la tarde del jueves, día en que Camps fue incapaz de pronunciarse contra la corrupción en las Cortes, llamando desde un teléfono de Presidencia a los medios de comunicación, primero para decir que Pla se había arrugado ante Camps en el debate de la corrupción y, como eso no calaba mucho, anunciando que García Ortuño (de Orihuela) iba a hacer unas declaraciones contra Pla en la COPE, ¡Que Casualidad! es de una bajeza moral y de una decadencia política, que nos sitúa como Comunidad en un lugar inmerecido y afectado por inmundicia en la que está cayendo el Consell, su Presidente y su partido, por no tener ni capacidad ni ganas de reaccionar ante lo que está cayendo. Y como sé que a estas alturas si algunos siguen leyendo ya estarán de mala uva, les diré que rebelarse contra eso también es defender la Comunidad. No se defiende la patria valenciana con folclore e histriónismos, sino exigiendo un gobierno riguroso e intolerante con la corrupción, que no chulee a los medios de comunicación privados y no secuestre políticamente a los públicos, que sea responsable de sus actos y no zascandilee ante las responsabilidades políticas; ¿Qué otra cosa es lo que Camps está haciendo con lo acontecido en la Residencia de Masamagrell? Defender el prestigio de esta tierra y de esta Comunidad no es comportarse desde el poder miserablemente, intentando repartir las suciedades propias entre quienes exigen limpieza, y entre quien persigue el delito por profesión y obligación legal. Defender a este Pueblo no es tapar la corrupción, o no tener una palabra para con los afectados por el grave accidente ocurrido en la Residencia de Masamagrell, en la que no debía haber ni un usurario ingresado por la Generalitat mientras no tuviera todos los requisitos. En otro país ya habría habido ceses. Y aquí, si el PP estuviera en la oposición estaría bramando y no insultando como está ahora. ¿Se imaginan al PP comprensivo y callado? Sólo hay que mirar a España para deducirlo.

Y si digo todo esto, y en este tono, es porque me siento asqueado como diputado y como valenciano ante el cariz que esta tomando la política en esta amable tierra nuestra, y también por la pedagogía de perversión profesional y deontológica que se está haciendo desde el Consell y desde algunos gerifaltes de la comunicación, que no está valiendo más que para perjudicar la ética de quienes decidieron estudiar periodismo movidos por un deseo de saber, para poder volver a contar lo aprendido y, a sí, que aprendiera la sociedad. Si los medios de comunicación no atacan la corrupción por igual y son tolerantes según con quien la cometa, la degradación social está asegurada. Ellos saben de qué hablo. Y ustedes también.