lunes, marzo 13, 2006

Y ahora...Qué

(Publicado en Las Provincias 12/03/06)
Sí, ya tenemos nuevo Estatut. Y ahora, qué
Ha llegado la hora de anunciar por dónde se va a empezar a desarrollar ese nuevo Estatut, si no queremos que la sociedad entera se pregunte lo que ahora ya se pregunta una parte de la misma: ¿Y a mí, en que me afecta este Estatuto?

El anuncio tiene que hacerlo quien es el primer obligado por competencia, el president de la Generalitat. No todo son fotos, copas de cava y declaraciones públicas. Política son sobre todo hechos que manifiestan una determinada voluntad y una concreta ideología. Es bien cierto que el Estatuto no es fruto de una sola ideología ni de la labor de un solo partido, pero no es menos cierto que desde una determinada ideología o desde una voluntad política negativa: la de no dar contenido y desarrollo a lo aprobado, se puede llegar a la más perniciosa inutilidad de lo pactado.

Tenemos más competencias y la posibilidad, según dicen quienes dan validez jurídica a la cláusula “para mi también”, llamada por algunos cláusula Camps, de tener todas las que tengan los demás. La cuestión es si se tiene el coraje de evidenciar, en lo que queda de legislatura, qué se quiere desarrollar, comenzando por las que benefician a los más desfavorecidos. Como ciudadano exijo cumplimiento, y como socialista pido que se comience por el artículo 11, que determina la Carta de Derechos Sociales.

Es necesario frenar el despilfarro producido por los lujos innecesarios, los sobrecostes, las campañas propagandísticas multimillonarias, para derivar el dinero ahorrado a dotar las partidas que han de ser la garantía real del ejercicio de esos derechos. La renta básica para combatir la pobreza y facilitar la inserción social no puede quedarse en una mera declaración de intenciones o un futurible a exhibir en las campañas electorales.

El respeto al Medio Ambiente precisa de un freno a la política urbanística depredadora del territorio y un fomento del desarrollo sostenible.

Si demandamos unos municipios y ciudades más seguras no basta con estar contando los delitos para atribuirle la inseguridad a Zapatero. El artículo 55 permite desarrollar la Policía Autonómica para sumar efectivos en vez de inculcar confusión y miedo a los ciudadanos. Las nuevas competencias requieren de claridad y transparencia financieras, además de suficiencia, por eso es necesario crear el Servicio Tributario Valenciano que consagra el artículo 69 del nuevo y flamante Estatuto.

La información es un derecho y no un capricho de los ciudadanos o un regalo del Gobierno, por eso necesitamos crear el Consejo Valenciano del Audiovisual, que establece el artículo 66, de manera que se ponga fin a la etapa de manipulación mediática e informativa más soez de la historia de los medios de comunicación públicos de la Comunidad.

Por eso, entre otras competencias y compromisos a desarrollar, el Estatuto será de progreso o no será, hará que los ciudadanos lo perciban útil porque se evidencia su incremento de seguridad y bienestar, o no habrá valido para nada. Ahí está la importancia de este nuevo Estatuto, más que en algunas polémicas artificiales que, si bien han dado rendimientos electorales a los que las han manipulado a su merced jugando con los sentimientos de todos los valencianos, no han aportado ni un ápice de desarrollo y progreso, ni a nuestro pueblo ni a nuestra identidad.

Ahí está el reto Señor President. Reto que lo es también para la oposición, que debe tomar la iniciativa en todas aquellas cuestiones en las que, a buen seguro, ni Camps ni el Consell que preside, la van a tomar. Sé que Pla está dispuesto, como lo está a conseguir rebajar el listón electoral al 3% en la nueva Ley Electoral Valenciana. Se acabaron los saludos y las fotos desde la tribuna de honor del Congreso, ya se fregaron las copas de lo brindis. Y ahora, señor Presidente, qué.