martes, febrero 28, 2006

CENTROS EDUCATIVOS NUEVOS EN ESTADO DEPLORABLE

He tenido ocasión de acompañar a Ana Noguera, Diputada Portavoz de Educación en las Cortes Valencianas, tanto a visitar algunos institutos públicos de reciente construccion, entre ellos el de Buñol, como a poner en manos del Sindic de Greuges ( Defensor del Pueblo Valenciano, para los que no lo conozcais) una queja por el deplorable estado que presentan dichas instalaciones educativas a los pocos meses, o semanas, de ser inauguradas o abiertas a los alumnos. Decir desidia es poco. Los vicios constructivos: goteras a docenas y por doquier, acabados infames, vallas que se caen, puerta de emergencia que no funcionan, materiales, a todas luces, inferiores a los requeridos en el pliego de condiciones, saltan a la vista por todas partes. Y algo que no son vicios constructivo, sino ilegalidades manifiestas a las que se les ha dado el visto bueno por ser obra de una administración pública: centros de transformación de energía eléctrica ubicados a 1,80 m bajo la cota cero, es decir, en lugares facilmente inundables y sin las más mínimas condiciones de impermeabilidad, con el peligro que ello entraña, a los que hay que acceder incluso para conectar cualquier interruptor parcial de corriente que se haya disparado con algún motivo, ya que se encuentra allí mismo el cuadro general de la instalación del edificio. Algo que en cualquier obra privada, no solo no sería autorizado por Industria: los transformadores en esas condiciones, sino que sería ganado en cualquier proceso judicial privado: los vicios constructivos, es admitido con absoluta complicidad por el Gobierno del PP en la Comunidad Valenciana que, en ocasiones, está pagando aparte las reparaciones que corresponden a las empresas constructoras. Quién supervisa las obra y en qué condiciones son recepcionadas por la Consellería de Educación , es todo un misterio, por cuanto el PP, desde el Consell, tiene prohibida la entrada a la empresa encargada de construir los centros educativos, CIEGSA,a cualquier diputado de la oposición que quiera pedir cuentas.
A la opacidad con que se adjudican las obras, en las que encontrar una mera coincidencia en los precios de licitación, adjudicación y contrato firmado es un imposible, a los inmensos e injsutificados sobrecostes pagados, hay que añadir la estafa que supone pagar con dinero público las pingües economías, por así llamarlas, que las empresas adjudicatarias, subcontratadas y subcontratadas por las subcontatadas, hacen en cada obra. La pregunta que profesores, padres y madres de alumnos nos hacían al manifestar sus quejas es unánime:¿ Dónde está el dinero que aquí se han ahorrado?. Quizá lo sepamos cuando el PP sea apartado del poder en esta Comunidad, por la fuerza de las urnas. Esperemos que así sea. Para algunas cosas ya llegamos tarde.