viernes, marzo 07, 2008

De nombre, Victoria y de apellido, Socialista

Anoche llegué tarde a casa y solo puede ver el resumen del mitin de Rajoy en Valencia en las últimas noticias de las televisiones. Llenazo, estaba escrito, promesas y niñas, algunas muy creciditas, por cierto, lo cual le quita un poco de hierro al asunto de que un señor de más de cincuenta años tenga permanentemente a una niña en la cabeza sin podérsela quitar... Pero lo que más me sorprendió fue ver el primer plano de la Alcaldesa del cap y casal, como poseída por un espiritu agitado anunciando la buena nueva que se producirá el próximo domingo día 9, el nacimiento de una niña. Ni el del mesías se anunció con tamaña dosis de éxtasis. Lo suyo era como un remix, mitad teresiano, mitad Supremas de Móstoles. A las 9 de la noche, verla quizá resultó sorprendente y entusiasmador para los que siguen a Rajoy y para algunos de los que siguen a las " niñas", pero a la hora que yo la ví, ya de madrugada, la verdad es que daba un poco de susto con esa cara espasmódica y esos gritos.
Es como si Rita Barberá hiciera de las urnas y del voto una especie de acto de engendrar con parto automático. Es decir, se introduce la papeleta por la ranura de la urna en inocente cópula democrática, mientras a Zerolo le da un orgasmo, y zás, en una jornada de embarazo electoral, nace una niña. Bueno, puede ser una alegoría recurrente de la democracia. Otra cosa es que la niña se llame Victoria, se apellide Rajoy y sea del PP.
Los hijos son hermosos al nacer, pero no hay que presuponer que la alegría del parto se va a extender a lo largo de toda la vida en familia. Hay muchas niñas, y niños claro, que dan enormes disgustos a sus padres ya desde la más temprana edad. Sobre todo cuando renuncian a seguir la senda paterna apenas descubren que el pasado de su papá, del que no le quieren hablar nunca baja la coartada de que solo hay que hablar del futuro, les parece poco indicado para vivir su presente y labrarse un futuro en paz, dignidad humana e igualdad con sus semejantes.
Con un pasado reciente como el de Rajoy y el del PP, que atesora la defensa de la invasión de un País como Irak mediante una guerra ilegal, el voto contra la igualdad como derecho de todos los españoles, el enfrentamiento entre territorios y entre las personas que los habitan, la oposición a que el S.M.I. se eleve cada vez más, el boicot donde gobiernan a la Ley de Dependencias que tantas personas necesitan, el rechazo hasta los tribunales de la Ley de Matrimonio entre personas del mismo sexo, la agitación manifestada contra todas los progresos, derechos y libertades ampliadas por las leyes progresistas del Gobierno de Zapatero, la obediencia ciega a los mandatos de los cardenales y obispos más reaccionarios y preconciliares de España... Con un pasado así es muy dificil que Victoria quiera apellidarse Rajoy o simplemente "popular".
Lo siento por Rita, que sé que espera emocionada hasta el éxtasis el nacimiento de la niña, pero me temo que la noche del 9 se va a llevar un disgusto de proporciones dignas de valium en vena, cuando salga la comadrona del centro de control de datos del Ministerio del Interior y, antes de la media noche le diga que ha sido niña, efectivamente y se llama Victoria, Victoria de nombre y Socialista por parte de padre, la mayoría del Pueblo Español. O si lo prefieres, Rita, Victoria de la Esperanza Socialista, que para el caso y disgustos a parte, viene a ser lo mismo.

(Dedicado al Sapo, que tanto interés pone por incitarme a escribir)