martes, abril 25, 2006

MURIENDO Y APRENDIENDO

(Publicado en Las Provincias 23/04/06)
Primero fuimos noticia por la negativa de Camps a establecer cualquier relación de vecindad con las Comunidades vecinas que no fueran de su partido, luego lo fuimos por la exagerada sobreactuación que tuvo a la hora de escenificar su enfrentamiento con el Gobierno de España. De pronto descubrieron que el signo del gobierno había cambiado y ya no estaban dispuestos a seguir perdonando miles de millones de deuda histórica, inversiones y otras bagatelas, tal y como hizo el PP durante ocho años con Aznar. Luego vino lo del Eje de la Prosperidad, que duró lo mismo que la promesa de construir una Ciudad de la Euforia, que hizo Camps en campaña. ¡Mas euforia no, por favor! Un poco de crisma y menos enfrentamientos gratuitos de niños malcriados y nuevos ricos, es lo que necesitamos.

La última fue el numerito de González Pons, provocando un enfrentamiento con el Gobierno a cuenta de la visita del Papa. Y ahora, somos noticia porque se han puesto de acuerdo con el Gobierno de España para la organización de la citada visita ¡Acabáramos! Y también, porque han llegado a un acuerdo con la Generalitat de Cataluña para desarrollar y reivindicar infraestructuras comunes ¡Casi res! Muriendo y aprendiendo.

Es que estaba viendo al Conseller de Infraestructuras por su televisión y no me lo podía creer. Después de llevar Pla tres años proponiendo la eurorregión, después de negarla Camps otras tantas veces. Después de perder el tiempo y el dinero viajando a Murcia, con cuyo gobierno compartimos aficiones depredadoras del territorio. Después de mentar a Carod Rovira hasta en el mingitorio, cada vez que les hemos propuesto acuerdos desde Andalucía a Cataluña para establecer un auténtico eje mediterráneo, corredor incluido, ahora, cuando los grupos económicos más relevantes aconsejan al Gobierno de la Nación que ese eje hasta Francia se haga vía Zaragoza, van y reaccionan. Ahora, que están con una pata fuera y otra dentro del Consell, justo cuando les queda un año para ceder las riendas del poder. Si no fuera porque es lamentable el tiempo que hemos perdido, y eso en política no se recupera nunca, sería para mondarse de risa. Pero a mí, como valenciano, me da pena, aunque me alegro de que el Conseller García Antón haya ido y vuelto de Cataluña sin que nadie le invadiera, ni le mordiera. Todo pasa.

El resto de la semana ha sido fructífero. La oposición, otra maldita, ha presentado en una sola semana, tres Propuestas de Ley derivadas de acuerdos previos o de desarrollo estatutario. La que establece la Renta Básica, para quienes por distintas razones se ven excluidos del sistema, nos sitúa en los niveles de solidaridad que se le deben exigir a una Comunidad integrada en un Estado Social y de Derecho avanzado. Es conveniente que se apruebe cuanto antes. Acabar con el derroche y los lujos innecesarios y establecer la solidaridad como una política básica del Consell es más que necesario.

La que plantea crear el Consejo del Audiovisual de la Comunidad Valenciana, ha de servir para tener un organismo que vele por la pluralidad, la veracidad y la democracia informativas, algo que en Canal 9 hace tanta falta como el aire que respiramos. Ese monopolio de la imagen y la información en que la ha convertido el PP, reviste un nivel de indecencia insoportable para cualquier demócrata que esté convencido de serlo. Y la que ha de regular la publicidad institucional, ha de servir para acabar con el despilfarro de dinero público, dedicado al autobombo y al engorde de bolsillos de amigachos del poder, o destinado a pagar campañas electorales del partido en el Consell. Si se aprueban con el voto del PP el Estatuto nuevo servirá de algo, si no, se demostrará que ese nuevo Estatuto es incompatible con un PP en la Generalitat. Estaremos atentos.