lunes, marzo 20, 2006

LA GRAN FALLA DEL PP

(Publicado en Las Provincias 19/03/06)

Si Valencia fuera París tendríamos el bateau mouche por el cauce del Turia y quizás la Tour Eiffel estaría por la Ciudad de las Ciencias, pero no tendríamos fallas ni mascletá. Claro que, si fuera así es posible que tuviéramos a los jóvenes, y a los no tan jóvenes, llenando las calles de protesta pidiendo una vivienda sin pelotazo, un trabajo digno, un quirófano sin espera insoportable, una plaza de residencia, un transporte público mas eficiente, una escuela sin barracones…Y pidiendo que se deje de despilfarrar el dinero de todos los que, por estar sujetos a nómina o a otros controles de Hacienda, no podemos defraudar con la facilidad con la que lo hacen los que no lo están. Pero como aquí tenemos mucha más paciencia, y el ruido más sonoro que solemos hacer es de nuestra querida traca, nos han cogido la medida y han concluido que se puede despilfarrar sin mesura el dinero público tan sólo con decirnos que eso es bueno para Valencia. No dicen si también lo es para los valencianos, aunque la experiencia de la última década indica que no sólo no es bueno, sino que nos ha hipotecado el futuro a algunos para que otros ostenten su nueva situación social y económica, cumpliendo con todos los ritos que definen al nuevo rico. En nuevos ricos debemos a estar a la cabeza de España, seguramente por eso somos también la Comunidad más endeudada. Y cómo ha sido eso. Muy sencillo: sobrecostes, facturas por obras no realizadas, gastos innecesarios, obras faraónicas sin control de ningún tipo, propaganda innecesaria o pagada sin que se haya realizado la campaña contratada y… nos faltaría papel en esta columna.

Cuando se han criticado esas conductas, la respuesta del PP y de los hombres de Camps es la misma que la que en su día dieron los hombres y las mujeres de Zaplana. Es una respuesta PP estándar: si me criticas estás contra el progreso de Valencia. ¡Anda! Y digo yo, ¿No puede Valencia progresar sin marrullerías y pagando por las cosas sólo lo que valen? Pues parece ser que en la doctrina del PP eso no es posible.

Por eso la Fiscalía del Tribunal del Cuentas denuncia que siendo ministro de Trabajo el ex Presidente Zaplana las campañas de publicidad se lanzaban a bolea, se pagaban a mansalva, y se adjudicaban al grupo de afines, entre ellos a la empresa de Miguel Ángel Rodríguez. La derecha ya no guarda ni las apariencias como hacía en tiempos de nuestros abuelos. Para ellos las mayorías absolutas son el reflejo de los vencedores frente a los vencidos, y por eso actúan después de ganar las elecciones como si se hubieran ganado una guerra, tomando el estado como un cuartel y el dinero público como un botín.

Las pruebas van saliendo sin que nadie pueda ya contener su envergadura. Zaplana se entrenó en nuestra Comunidad en todo lo referido a caprichos, propagandas, lujos e inversiones ruinosas con dinero público. Cuando llegó al ministerio contó con la ayuda inestimable de Gerardo Camps que, instruido en Madrid, fue investido por el President Camps como Conseller de Hacienda. ¡Con tantos que había aquí menos manirrotos! Así que a los valencianos no debe extrañarnos nada de lo que diga el Tribunal de Cuentas ni de lo que digan las fiscalías o los tribunales. Aunque a Adela Pedrosa le parezca que sólo se investiga a los suyos. Pero, si es que tenéis tantos cargos metidos en enredos, Adela. No querrás que vayan a declarar al Caso Fabra cuatro ministros y un Conseller del PSOE. Tienen que ir los supuestos implicado en el asunto. Los que han hecho de la política una gran falla y están convirtiendo nuestro dinero en las cenizas de una cremá incontrolada en cuya llamas se calientan unos pocos. La gran falla del PP.