domingo, febrero 19, 2006

¡VAYA CON LAS HORMIGUITAS!

(Publicado en Las Provincias 19/02/06)
Lo que más me ha impactado esta semana es la capacidad del Presidente Camps para la fábula. Contestar, no contesta a ni una sola de las preguntas de control que se le plantean en el Pleno de las Cortes Valencianas, pero fabulando es un portento.
El jueves pasado, su portavoz, Serafín Castellanos, nos obsequió con una “autopregunta” sobre el AVE, para que el Presidente pudiera seguir expandiendo la confusión, incluso las mentiras, sobre plazos y fechas de ejecución de las obras, y cargar contra el Gobierno de Zapatero.
Fue estupendo ver a Camps decir que el AVE apenas existe, cuando todos le vimos fotografiado delante de uno de estos trenes en los carteles electorales de su partido, que lucían los autobuses de EMT por toda Valencia. “El AVE es una realidad”, decía el PP, entonces. ¿SÍ? y qué pasa ahora, ¿Que Zapatero ha replegado las vías y se las ha llevado a la Moncloa, o a un desguace? Tanta insolencia se hace insoportable. Si no hay AVE es porque Aznar sólo puso una traviesa en término de Picassent, y ejecutó sólo el 1,5% de las obras. Si esto está tan demostrado, por qué tanto enredar. Mejor será que el PP apoye la propuesta socialista de creación de una comisión para seguir la ejecución de todas las obras públicas, y así podamos saber en todo momento cómo van, y cuanto cuestan. ¿La apoyaran? Mis dudas tengo.
De momento, contestar a las cuestiones sobre urbanismo que le planteó el pacífico Ribó, ni hablar. Y de responder a Pla, ni palabra. Sobre todo porque le preguntó por la posición del Consell respecto a la Ley de Dependencias, que pronto será una realidad, beneficiando a miles de valencianos que soportan situaciones humanas y sociales difíciles con poca o ninguna ayuda.
El Presidente se irrita cuando Pla le lleva al terreno de lo social. No le gusta. Para el ningún valenciano tiene problemas, ni las familias de enfermos mentales, ni de Alzheimer, ni los ancianos dependientes…, no hay listas de espera. No está cómodo respondiendo a eso. Cuando se le pregunta, sale a la tribuna, abrochándose la chaqueta desde el escaño, y eso es un síntoma inequívoco de que se va a irritar. El jueves le pasó y le dio por fabular. Contó la versión PP de “La Cigarra y la Hormiga”. Resulta que la cigarra es la oposición, que sólo canturrea, mientras que el Presidente y su Consell son hormiguitas que laboran haciendo bien sin mirar a quien. ¡No es nadie!
Si el Presidente, a lo que pasa en esta Comunidad le sigue llamando “labor de hormiguitas”, o lo resuelven las urnas, o compramos un oso hormiguero. Porque, llenar de agujeros las cuentas públicas, por donde alguien saca el dinero, para meterlo en agujeros particulares, no es precisamente hacer inofensivos hormigueros. Hormigueros de ese tipo han hecho los gobiernos del PP hasta en las Bahamas, para que otra hormiguita que, además de trabajar canta, pueda meter su cosecha de dinero negro. Ante eso hasta una cigarra, si es decente, lo mínimo que puede hacer es clamar a gritos al cielo. Hay que denunciar eso aunque el Conseller de Cultura se ponga como un basilisco. Otro que se irrita. Si vieran como se pone…
Aquí, Sr. Presidente, las hormiguitas del Consell del PP han guardado sustanciosas cosechas en hormigueros amigos, mediante el despilfarro y los sobrecostes hábilmente provocados. Y, desde luego, estas pícaras hormiguitas han manifestado públicamente sus preferencias por el hormigón, armado o sin armar no importa si, acompañado de ladrillos, produce rápidos dividendos a costa de la depredación del territorio. ¿Hormigas el Consell y el PP? Como no la pongan en el logo del partido en prevención de que la gaviota pueda coger la gripe aviar, no veo las hormiguitas por ningún sitio. Ellas no son tan voraces con lo público.
Andrés Perelló