lunes, octubre 30, 2006

¡MANDA HUEVOS!

(Publicado en Las Provincias 30/10/06)

La de veces que me acuerdo de Trillo ante la deriva que el PP le está imprimiendo a la política valenciana, haciéndola más propia de épocas poco edificantes para la historia de las libertades, la honestidad y la transparencia, que de las exigencias de la España actual.

Me acuerdo de Trillo porque, manda huevos, que después de negarse Camps, y todo el PP, a que se establezca una nueva forma de hacer política que evite la proliferación de los casos de corrupción que invaden la Comunitat, y que asquean a progresistas y conservadores decentes, quieran quedar como los más transparentes de mundo.

Son los socialistas los que han autorizado con su firma a que se enseñen públicamente sus declaraciones de bienes y actividades. Es el PP el que, no sólo se niega a enseñar las suyas, sino que se niega, desde el poder que tiene en Les Corts, a que se enseñen los bienes de los socialistas, y fuerza a que los medios que domina digan que es Pla quien no ha mostrado su declaración desde hace días. Se puede ser parcial, pero querer que los electores, o los lectores de prensa del cualquier signo, sean imbéciles, es mucho pedir.

La pregunta que los ciudadanos deben hacerle al PP, ya que algunos periódicos no se atreven a hacérsela es: ¿Por qué se niegan a que se conozcan sus bienes y a que se puedan hacer públicos los de los socialistas? Puede que vuelvan a contestar que la ley no lo permite.

Bien, pues esa afirmación dura hasta el miércoles de la semana que viene, en que el PP va a tener ocasión de votar una proposición de ley que, de aprobarse con su voto, obligaría a todos los altos cargos públicos a ser transparentes, haciendo pública sus respectivas declaraciones de actividades y patrimonio. Si votan que no, es que no quieren que haya ley. Es que una casta de políticos educados en sentido vertical, en la homogeneidad, en el mando y ordeno, y en la oscuridad, se manifiestan incapaces de desenvolverse frente a las exigencias del siglo XXI, que reclama a la política una ética con exigencia, transparencia y ninguna doble moral. Algo imposible para muchos que conciben la política como una mera impostura, un lugar para el medro, o una finca privada a cuyo amo no se le pueden pedir cuentas, porque cualquier crítica que se haga a sus acciones y decisiones es un ataque a la Comunidad y a la patria.

Esa es la razón de que el PP, aparentando estar seguro de su próximo triunfo electoral, pero cada día con más pánico a perder, se esté negando a todas las medidas que piden transparencia y cuentas claras. Ese miedo a la afloración de la verdad, es el que le lleva a apropiarse de Canal 9, a manipular a las amas de casa, a engañar a los agricultores y, últimamente, a querer engullir al Valencia Club de Fútbol erigiéndose en defensores de lo que González Pons llama “trato de favor”, intentando registrar al club y a la afición a nombre del PP, para usarlo como munición contra el cambio y contra los socialistas.

Es la operación más sucia a la que podía llegar Camps en su pánico a la derrota. Un hombre al que se lo han regalado todo en la vida no está preparado para perder. Y es de malas personas lo que González Pons quiere hacer contra Pla, incitando a lanzar al Valencia contra él como si los socios y aficionados fueron tarugos sin capacidad de discernir, y meros lazarillos del PP y de sus obscenos intereses electorales.

Ni personalmente te hace falta eso, Esteban, ni es decente políticamente, y tú lo sabes. Por suerte para la decencia pública, en política no vale todo. Al menos en el lado de la política en que yo me desenvuelvo no vale todo, lo estamos demostrando con las propuestas que os ponen tan nerviosos y que queréis destrozar a toda costa. ¡Manda huevos!