lunes, junio 26, 2006

DESPILFARRO ALLEGRO MOLTO

(Publicado en Las Provincias 25/06/06)

El despilfarro ha alcanzado tales dimensiones en la Generalitat que se puede escribir de ello bien sea hablando de obras públicas con sobrecostes desmedidos, de gastos lujuriosos de algunos altos cargos, o bien se puede interpretar el despilfarro en versión libreto de Ópera. Es como las caras de Bélmez, que ya pueden pintarlo Camps y el PP como quieran que al final acaba asomando con su descarada y obscena figura.

Esta semana la Ofensiva por la Transparencia ha recibido una colaboración que ha acarreado una nueva dosis de despilfarro indecente, desvelando el contrato y los añadidos de la intendente del Palau de les Arts, Helga Smith. Sólo así hemos conocido lo que el Consell escondía durante tanto tiempo: un contrato carísimo con unas condiciones anejas que para sí quisieran muchos.

No seré yo el que ponga en tela de juicio ni el currículo ni la calificación de la Sra. Smith para dirigir nuestro nuevo Palau, otros con más conocimientos del mundo operístico que yo sí lo hacen, sus motivos tendrán.

Pero sí me siento calificado y legitimado, como ciudadano que paga impuestos y como diputado, para emitir mi opinión y para someter a quienes me quieren leer a unos cuantos interrogantes reflexivos. Empezando por el final, les pregunto: ¿Es lógico que la intendente del Palau de les Arts cobre entre una 70 y un 80% más al año que sus homólogos en el Teatro Real de Madrid o en el Liceo de Barcelona? Sobre todo tendiendo en cuenta que ellos ya gestionan desde hace años una programación estable y aquí, después de unas zarzuelas inaugurales, no hemos vuelto a conectar con ninguna programación. ¿Es igualmente lógico que además tenga, no sólo todos los gastos de subsistencia, asistencia, representación y protocolo pagados, sino que algunos se hagan con un nivel de lujos y excesos como para suponer un montante casi igual al del sueldo? O sea, lo uno más lo otro, unos trescientos mil euros al año. ¿Puede nuestra Comunidad soportar gastos caprichosos, pagos excesivos y lujos extraordinarios, siendo la más endeudada de España?

Mientras se contestan les daré mi opinión, a riesgo de que me vuelvan a tachar de antipatriota y de no querer a Valencia. En mi opinión es insoportable cubrir gastos lujuriosos, que al final suponen un despilfarro indecente, porque, ni la situación lo permite, ni el trabajo por el que se pagan lo justifica, la prueba es que otros , con la misma o mayor calificación y rendimientos, hacen lo mismo por mucho menos.

Desde luego no estoy dispuesto a tolerar que los buenos valencianos sean los que derrochan el dinero público tirando con pólvora de rey, y que los malos seamos los que queremos tener lo mejor pagando solo lo que vale y no sacando más el brazo de lo que da la manga, porque al final de tanto tirar de la tela se nos va a ver el culo, perdonen la expresión, pero es que cuando un Consell se comporta como un nuevo rico, tal y como lo hace el que preside Camps, el que acaba pagando la tela para que no se le vea el trasero es el Pueblo contribuyente. Es así de sencillo.

Si nadie en su casa está dispuesto a pagar por las cosas más de lo que valen por qué hemos de aceptar eso cuando el dinero es de todos.

Ya no vale todo con tal de justificar lo que de no es de recibo. El Consell ha de dar la cara y Camps ha de parar esta máquina de triturar dinero público en que se ha convertido el Consell que preside.

No podemos esperar hasta que sea relevado el año que viene, en ese tiempo y al nivel de despilfarro que se lleva no va a quedar ni con qué encender. Hace falta una obertura de transparencia donde algunos están interpretando un despilfarro allegro molto.