lunes, noviembre 20, 2006

FALTA SOLVENCIA, SOBRA INDIGENCIA

(Publicado en Las Provincias, con el título recortado, 19/11/06)

Como valenciano estoy harto de que me acomplejen a fuerza de medírmelo todo mirando a otro. Al PP le digo: “¡¡Ya no puedo más!!” Y estoy dispuesto a decirlo pueblo a pueblo, casa por casa. ¡¡Ya está bien!!

No puedo con tanta mentira, tanta propaganda, tanta comparación sobre mi tamaño como valenciano, en las que siempre salgo perdiendo. Todo me lo quitan por ser valenciano, no me dan nada por ser valenciano, los catalanes nos quieren quitar el turismo, la Copa del América, el agua, el Puerto... y entre tantas cosas que nos quieren quitar, a ninguno se le ha ocurrido quitarnos también el Consell de la Generalitat y regalarle un desierto para que lo llene de PAI, y mientras nos dejen vivir tranquilos, sin victimismo, ni esas comparaciones odiosas, que jamás hicieron cuando Aznar se hacía escuchas intimas en catalán con Pujol.

Se lo dijo Pla a Camps el miércoles en Les Corts, y es verdad, aquí lo que sobra es indigencia, y lo que falta es solvencia. Y si tenemos un Consell y un presidente que le dan menos que a Montilla en Cataluña, la conclusión es bien clara, quitemos a este que no le dan nada y pongamos a uno como Montilla, o como a otro de los que sí les dan, y hagamos camino sin comparaciones estúpidas ni lloriqueos.

Muchos valencianos no aguantamos ya tanto lloro y tan pocos resultados. Como nos cansa contemplar a tantos corifeos de los que piensan hacer grande Valencia arrimándose al sol que más calienta… sus bolsillos.

Y me refiero con toda rotundidad a determinados empresarios “apolíticos”, que les falta tiempo para sumarse a todas las plataformas de plañideras que monta Camps contra Zapatero, para ver que les cae, en vez de exigir mas inversión en I+D+I, en vez de decir las cosas claras y dejar de medírsela con los catalanes, con todo; ahora con el puerto, y planteando a la Generalitat medidas contra la crisis industrial, en vez de susurrarlas al oído de la oposición para quedar bien con todos, pero eso sí, sin equivocarse de bando.

Ya esta bien de ficciones y peloteos. O se está por la claridad, contra el despilfarro, por el progreso social y económico de todos, o se está por mantener el pesebre de unos pocos a costa de todos. Y ya le podéis llamar a eso, valencianía, o poneros una camiseta con la señera. Lo que hacéis muchos patriotas de folclore es suscribir acciones de valencianía para, abusando del sentimiento de los valencianos, con el agua, con la lengua, con las inversiones, o con lo que sea, hacer el agosto político y económico sin ningún escrúpulo. Y el PP derribar a Zapatero que es lo único que le da vida.

En lo referido al Puerto, en vez volver al ataque a Cristina Narbona y a Rodríguez Zapatero, para hacer el juego al PP, en vez de volver a la comparación acomplejada, lo que hay que hacer es ver como conseguimos el mejor puerto del Mediterráneo, sin dejar a los valencianos sin su playa más cercana y popular, su Malva-rosa.

No todos tenemos la suerte de tener segunda residencia al lado de la playa, en Dénia o Altea, y necesitamos una playa cerca de la ciudad aunque tengamos que ir “buseando” con la EMT.

¿Es que ya no valen las declaraciones de impacto ambiental? ¿Es que si un informe dice que con ese proyecto nos quedamos sin playa, no hay forma de hacer otro? ¿Es que un Puerto en Sagunto no sería Valencia? ¿Es que no hay manera de ser valenciano sin tener que daros siempre la razón? Sí la hay, pero para eso hay que pasar del victimismo a la ilusión, y de la indigencia a la solvencia, y Camps ya no puede hacer eso. Está demasiado agotado para afrontar el futuro. Se impone el cambio.

CRISPACION IMPORTADA

Publicado en la Revista ACTUALIDAD 3Noviembre 06

El Plan de Paz que se plantea en España ha evidenciado elementos de coincidencia que jamás habríamos pensado que pudieran darse. Una parte de ETA, la más radical y obcecada hace, y hará, todo lo posible para que el Plan fracase. Un sector del PP, el más extremo e intolerante, está dispuesto a hacer también todo lo posible, para lograr el mismo objetivo. Todo está justificado si vale para acabar con Zapatero. La Paz puede esperar. Los que históricamente se consideran los “vencedores” ante la historia, no pueden estar en la oposición, eso es de perdedores. No se si Fraga se refería a estas coincidencias cuando dijo aquello de: “la política hace extraños compañeros de cama”. Espero que la coincidencia, en este caso, no llegue al deseo de que pronto se produzca un muerto. Esa posición cerril del PP provoca un nivel de crispación en España que se exporta a las Comunidades Autónomas.
El PP de Camps ha decidido importar un cargamento de crispación, made in Acebes, cuyo agente comercial es Rajoy, y ha decidido convertir la Comunidad en un campo de pruebas del PP Estatal. Da igual que ello perjudique, o no, a los valencianos. El interés electoral es lo que importa. El PP ha de marcar la agenda política aquí, porque gobiernan, y en Madrid porque son oposición, y si no se les hace caso, se rompe España y la democracia no vale. Es la muestra de totalitarismo más clara que se ha dado en España, en toda la historia de la democracia. Se trata de crispar para fingir que se reivindica a Zapatero, lo que, por otra parte, no se ha sido capaz de pedirle a Aznar en ocho años. Se trata de crispar para que nos se vea la corrupción indisimulable que el PP ha extendido por toda la Comunidad a través de muchos de sus altos cargos. Se trata de crispar y atacar a la oposición para intentar disimular que rechazan la transparencia, que no quieren que se vean las facturas de los sobrecostes, que no se conozcan, ni las rentas ni los bienes de los altos cargos de la Generalitat. Camps ha importado el peor de los modelos diseñados por su partido en la factoría de Génova, el de la crispación y la mentira, que le permite hacer de la política una impostura, cuya actividad real es el medro personal de los afines al poder.