domingo, julio 09, 2006

CRONICA DE UNA SEMANA NEGRA

(Publicado en Las Provincias 9/07/06)


Todo fue vertiginoso y todo pudo evitarse: un metro vuelca y siega como una guadaña la vida de 42 valencianas y valencianos. Un operativo de emergencias en marcha. Gracias, enfermeras, médicos, bomberos, policías, auxiliares, forenses, conductores, voluntarios… y tantos valencianos de bien que sin necesidad de preguntarse dónde está Dios, saben donde han de estar cuando sus semejantes los necesitan. Familias que buscan a sus seres queridos sin encontrarlos, algunas no los encontrarán jamás con vida. “Accidente fortuito”, primera definición del Consell. Fortuito como todos los accidentes, para poder merecer este nombre. Un descarrilamiento atípico, otro calificativo, como si descarrilar fuera típico. Mucha tensión, sirenas, nervios desatados, familias rotas, valencianas y valencianos enmudecidos. Esta vez, tener lo más grande no nos produce delirio de grandeza. El aldabonazo de dolor tan grande nos hace bajar la cabeza. ¡Ojalá! que antes de que nuestra mirada llegue al suelo, nos permita ver la realidad que nos están construyendo.

Sigue la tensión, cae la tarde, la noticia da la vuelta al mundo, a nivel planetario” llega a decir Canal 9. Hasta aquí llega la obsesión propagandística, después de haber sido los últimos en informar, y seguir emitiendo una telenovela mientras otras cadenas emitían en directo. ¿Dónde estaba Motes? Cae la audiencia en Canal 9, le falta crédito, se lo han esquilmado entre cuatro canallas que han renunciado a la ética de su profesión por tener una mejor posición social. ¿Lo sabrá el Papa?

El Papa hacía maletas, pero hubo de detenerse a orar. Cada uno a lo suyo, cumple su obligación. Cae la noche, su oscuridad será un luto muy largo para muchos, demasiado largo, demasiado injusto, demasiado luto. El Consell busca culpables, en la caja negra, o en el túnel del tiempo, tanto da. Tiene que aparecer un “otro” que sea culpable. ¿Y, responsable? Sencillamente, nadie. Ocupados con los que se atormentan por la deriva sexual de la sociedad, se olvidaron de la ética de la responsabilidad. Banderas a media hasta, el luto impregnado en el amarillo y blanco de algunos balcones; otros no le esperan, pero también lloran, ya lloraban de rabia contendia ante la hipocresía. Mientras tanto la fe se muestra por las calles. La fe, la que se debería vivir, pero no exhibir. Y habla la caja negra. Un fallo humano. ¿Puede la seguridad colectiva de quiénes viajan en metro estar al albur de un fallo humano? Designios del Señor, o del destino, que son vecinos. Cuestión de prioridad, para quienes creemos que el don del libre albedrío se manifiesta a través de las ideas y se materializa en acciones ordenadas por prioridades, la política es eso, no, hacer fotos inagotables y propaganda a diario. Y mientras tanto un funeral precipitado, por todas las víctimas, incluso por las aún no identificadas. ¿A quién le dieron el pésame los Reyes? Cardenales, Obispos y Arzobispos, uno llega con un coche de altísima gama, dicen que es colombiano, autoridades enlutadas, abucheos para alguno ¡Qué impropio del momento y del lugar! A Rajoy le gritan presidente, él saluda mano en alto, más impropio aún que lo de antes. El Arzobispo de Valencia inicia un aplauso desde el altar tras la lectura de una carta doliente del Papa. ¿Qué nos está pasando?

Lo que pasa y lo que ha pasado no es cuestión de Dios, es cuestión de los hombres y mujeres que asumen voluntariamente responsabilidades públicas. El Consell ha de salir de su autismo de poder absoluto. Las prioridades de gobierno se han manifestado injustas. Los valencianos hemos de reflexionar sobre nuestra realidad, sobre si queremos seguir viviendo en la grandilocuencia, o en la seguridad, la austeridad y el progreso razonable y sostenible, que nos permita evitar lo previsible.

De esta noche sólo se amanece desde la reflexión, la responsabilidad y el cambio de rumbo. Descansen en Paz.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

He entrado varias veces esta mañana a ver si habías colgado el artículo, me niego a comprar ese periódico, no comprendo por muy conservadores que sean sus propietarios y directores, como se puede ser tan poco objetivo y estar tan al dictado del PP. No le llegarán jamás a la suela del zapato a La Vanguardia.
De todos modos he entrado porque estaba seguro que me iba a impactar leyendo tu artículo de esta semana. Lo confieso, me ha emocionado. ¿Cómo haces en las ocasiones más duras para poder transmitir tantos mensajes, tantos sentimientos y tantas emociones en tan pocas palabras? Me lo guardo con aquel de la guerra de Irak, lo volveré a llevar mañana al trabajo. Nos gusta comentarlo. ¿ Como elegis en tu partido a sus máximos representantes? transmiten tan poco algunos de los más destacados...
Manolo G.

El Sapo dijo...

Muy bien Andrés. Creo que has sabido comunicar lo que te salía de las tripas sin pecar de tremendista, partidista o caer en el otro extremo de llegar a ser pacato tratando de evitar los anteriores.
Supongo que es simplemente una muestra de sinceridad.
Hay tantas cosas de las que escribir estos días que he optado por le mutismo pues no doy abasto.
Pero coincido con Manolo en que el espectáculo que da hoy Las Provincias -sí, a años luz de La Vanguardia, aunque no sé por qué tendemos a compararlos, yo también-
especialmente el artículo sobre los abucheos a ZP alcanza cotas de repugnancia des-informativa difíciles de creer.
El pseudo editorial de Ortiz le acompaña, y el resto... estaría todo el día.
Andrés, hace falta muchas narices -y lo digo en el sentido positivo- para mantener tu columna en semejante panfleto. Imagino que te domina el sentido de "debo ejercer mi derecho/deber de mamnifestar mi opinión" pero a mí, personalmente, me vencería el sentido de hastío que me produce el diario de los "compromisos". Compromisos que por cierto, parecen habérseles acabado. Agua, Ave e Inseguridad -¿qué puñetero dedo han movido al respecto, aparte de hacer seguidismo a Camps, me pregunto?- y parece que se han parado ahí, agotado el guión. Quizás no hay narices para lanzarse a la peligrosa e irresponsable cruzada del idioma valencià -bueno, todo se andará- y SIN DUDA no me los veo haviendo compromisos por la seguridad en la linea 1 o la transparencia e impercialidad en la información de la tele autonómica. ...aunque no os extrañe que se lancen respecto a TVE!
Para acabar y como resumen, las palabras de Rambla: "Es un accidente; como los que hay en las carreteras cada día y no hay dimisiones"
Si Rambla es capaz de semejante sandez, ¿qué habría deicho G. Pons?
Pero hombre de Dios: si precisamente, eso mismo es lo que cualquier persona con dos dedos de frente se preguntaría. Y se contestaría que una carretera -decenas de miles de Kilómetros de ellas- no pueden tener las mismas medidas de seguridad que un medio tecnificado, acotado, semiautomatizado, hipercontrolado y entubado como es un metro.
Comparar e igualar las condiciones de seguridad de una carretera y un metro y por tanto equiparar las responsabilidades del encargado de velar por ellas, en caso de accidente, muestra una ineptitud absoluta, una negación total para cualquier cargo de responsabilidad técnica/gestora.
Sólo excusado en su incesante huida hacia adelante...
Jaume

El Sapo dijo...

-Se me olvidaba, Andrés, que me he liado con lo de Rambla.
Agradezco y no sabes cómo, que mantengas tu columna en LP, no te vayas a creer!!
Te digo como a Manolo Mata con sus esfuerzos para seguir en la tertulia con Costa: ánimo, que hace falta y, si no on molesta que os lo diga, os va en el sueldo! ;o) En el de diputado, claro!

Anónimo dijo...

Simplemente magnifico. Contenido pero expresivo. Yo también envidio esa fuerza para decir las cosas tan en el tono que merecen. Me lo bajo.
Enhorabuena
Encarna

Anónimo dijo...

Pero, ¿ahora se va a hacer todo lo posible desde la oposición para esclarecer causas, exigir responsabilidades y poner medidas, o nos vamos a conformar con un pacto, o un nuevo ejercicio de formalidad?
A mí también me gusta el artículo, debo reconocerlo.
Un Saludo y disculpas
Melchor Garrido

El Sapo dijo...

No sé qué me da más grima. Si la actitud de los Castellano, Maluenda, Antón, Peralta o Rambla... o la de los corifeos Ortiz, Puche, o el grandísimo Palomar, que miraba hacia las Chimbambas durante la mañana del pleno extraordinario -sí, el de la radio/grupo multimedia de los "compromisos"- pero se le lanza como un lobo a "estos" -según su propia expresión- que se atrevan a meterse con la esfera Armilar, el Agora o lo que sea.
Stalgorro me tienen que diría Forges, pero me das a mi que aguantarlos en la oposición ¡va a ser peor aún!
Andrés, por si ganáis id preparando el mandil, que la oposición, especialmente mediática, va a ser de las que pringan.
Lo dicho, qué se puede esperar de un sector de la prensa que presume de intolerantes abucheadores; no ya compartiendo su opinión sino, lo que es peor, citándolos como especial activo del Pueblo Valenciano. Y otorgándoles -oiga, en mi nombre NO- una representatividad de la que carecen: por mensaje, formas y demoscopia.

Anónimo dijo...

Una vez más, tierra almuerto, ¿ O no es así? Una comisión de investigación para que no se investigue nada. Trenta días de verano para que todo se olvide. Los muertos al hoyo y el PP al boyo electoral. ¡Sinverguenzas!
No sé como todavía hay gente que te dice que te contengas, y como puedes conseguirlo. Da nauseas
Elena B.